15 Mar GANAR-GANAR.
Los beneficios de tener a un niño con síndrome de Down en el aula.
La idea de incluir a niños con síndrome de Down y con otras necesidades educativas especiales en el aula regular asusta a muchos. Por un lado, a las maestras, quienes sienten que no tienen los conocimientos técnicos, las herramientas ni estrategias para atender la diversidad del aula, el tiempo para hacer las adaptaciones curriculares ni un equipo de apoyo para despejar sus dudas. Por otro lado, están también los padres de los niños sin discapacidad quienes creen, erróneamente claro, que los chicos con necesidades especiales podrían perjudicar la formación académica de sus hijos.
Pero muchos estudios sugieren que tanto los niños con discapacidad como los que no la tienen, se benefician de la inclusión educativa. (Carró 1996, Bisquerra 2011) ¨Todos pueden aprender de todos y además potenciar lo mejor de ellos mismos. ¨
Las escuelas inclusivas mejoran continuamente su calidad educativa. Incorporan y actualizan su metodología didáctica y estrategias pedagógicas para encontrar mejores formas de enseñar y que todos puedan aprender. Este beneficio se extiende a todos los estudiantes.
La educación inclusiva ofrece oportunidades para que los chicos sin discapacidad aprendan a respetar y valorar las diferencias e individualidades de cada ser humano y convivir de manera armónica. Pueden ver como las personas con discapacidad tienen otros talentos y habilidades como su capacidad de adaptación a los cambios, su espíritu luchador, actitud positiva hacia la vida y su alegría. Les enseña el concepto de empatía frente a las necesidades de personas con mayor vulnerabilidad. Fomentan valores humanos como la cooperación, solidaridad, tolerancia. El aula de clase se convierte en una pequeña representación de la sociedad justa e incluyente que queremos fomentar.
Por otro lado, los niños con síndrome de Down aprenden observando e imitando a sus pares y poder participar en un plan de estudios con compañeros sin discapacidad les brinda oportunidades importantes de formación. Los que son escolarizados en centros regulares y reciben el apoyo apropiado, muestran más habilidades en el desarrollo del lenguaje, la escritura y la lectura. También se puede observar mejoras en su comprensión en áreas como las matemáticas básicas, ciencias y conocimiento del entorno, pero por sobre todo en su desarrollo social y emocional, autonomía e independencia.
Poco a poco las escuelas se van sumando a la inclusión. Los maestros se van interesando, capacitando, adquiriendo nuevas herramientas que les permitan manejar mejor la diversidad del salón ante esta nueva realidad y demanda de igualdad de oportunidades. Educación para todos. Sin duda, la educación inclusiva ofrece muchos beneficios donde todos salen ganando.
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